El vendaje neuromuscular o kinesiotaping tiene sus orígenes en las ciencias de la Quiropraxia y la Kinesiología. Según estas disciplinas, el movimiento y la actividad muscular son imprescindibles para mantener o recuperar la salud.
Beneficios del vendaje neuromuscular o kinesiotaping:
• Efecto circulatorio: gracias a la elasticidad del vendaje y a la forma en que lo aplicamos cuando la estructura a tratar vuelve a su posición inicial, la elasticidad del vendaje hace que se eleve ligeramente la piel formando pliegues cutáneos superficiales que aumentan el espacio celular subcutáneo donde se encuentran capilares sanguíneos y perilinfáticos; de esta forma aumenta la circulación local de la región en la que se aplica el kinesiotape.
• Efecto analgésico: el aumento del espacio celular subcutáneo que provoca el kinesiotape disminuye la presión de los mecanorreceptores ubicados en este espacio, y de esta forma se reducen las aferencias nociceptivas.
• Efecto neuromecánico: la elasticidad del vendaje hace que éste se retraiga hacia el primer punto al que se adhiere a la piel. Esta tracción sobre la piel y sobre la fascia superficial tensa las fibras de colágeno ubicadas perpendicular y diagonalmente entre esta última y la fascia profunda, desencadenando un reflejo protector para evitar el sobreestiramiento de estos tejidos ubicados en el tejido celular sucutáneo; dicho reflejo consiste en que la fascia profunda se desliza en el mismo sentido que la superficial haciendo que los tejidos comprendidos entre ambas vuelvan a la posición de reposo o silencio neurológico. Acompañando a la fascia profunda, por compartir inervación, irá también el músculo. Por tanto, en las aplicaciones musculares, en función del sentido en el que apliquemos el vendaje neuromuscular o kinesiotape (de origen a inserción o de inserción a origen), el músculo tenderá hacia el acortamiento o hacia la elongación.