El Estado de Alarma ha privado a muchas personas que requieren de los tratamientos de estos profesionales. Señalan que están siempre al otro lado del teléfono para sus pacientes. En esta situación las llamadas o videollamadas se erigen como una gran herramienta.
A pesar de que las nuevas tecnologías no permiten palpar y trabajar las zonas de tensión y dolor, explican que pueden:
• Reconocer patrones clínicos, para los cuales puede haber ciertas cosas que el paciente deba evitar u otras que pueda hacer y sean muy beneficiosas para su problema.
• Recomendaciones posturales para aliviar tensiones.
• Prescribir estiramientos o ejercicios específicos para el caso concreto que se nos presente.
Una de las soluciones es impartir clases online con un resultado positivo gracias a las herramientas al alcance tanto de los profesionales como de los pacientes.