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Cambiar de postura con cierta frecuencia
Muchas veces no nos damos cuenta de que hemos permanecido durante horas en la misma postura. Hay que intentar ser conscientes de nuestro cuerpo y modificar la postura de vez en cuando, especialmente si notamos que nuestras articulaciones y músculos están en tensión.
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Para, estírate y no tengas prisa
El conductor siempre lo tiene más difícil que el resto de pasajeros. Estar al volante le obliga a prestar atención a la carretera y mantiene sus brazos, piernas, espalda y cuello en tensión. Las vibraciones del coche y la amortiguación también pasan factura a nuestra espalda.
Como decíamos al principio, parar cada dos horas para estirar las piernas y la espalda le vendrá bien tanto al conductor como al resto de pasajeros.
Algunos consejos para evitar el dolor de espalda al volante:
- Mantén la espalda recta pegada al asiento y los hombros rectos también.
- Sitúa el asiento a la distancia adecuada del volante y los pedales, la que te resulte más cómoda.
- Conserva las piernas semiflexionadas y las muñecas apoyadas sobre la mitad superior del volante.
- Regula la altura de los espejos retrovisores para girar o torcer lo menos posible el cuello cuando necesites mirar por ellos.
- Los brazos y las piernas, ni muy estirados ni demasiado encogidos.
- Almohadas o cojines de viaje
Las almohadas cervicales son unas grandes aliadas para los trayectos largos. Las hay que rodean el cuello y otras alargadas que sirven para el reposo lateral; es importante que no las hinchemos demasiado –si son inflables- y que sean lo suficientemente rígidas para sujetar bien el cuello pero no tanto como para resultar duras o incómodas.
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Caminar por el pasillo del avión
Tanto para la circulación de la sangre por las piernas como para la espalda, es recomendable caminar un ratito, cada hora y media o dos horas, por el pasillo del avión.
Antes de empezar el viaje, podemos hacer estiramientos suaves del cuello, la espalda y los hombros, como si estuviéramos calentando los músculos para practicar deporte.
Cuando estemos sentados, el asiento reclinado conseguirá que no sobrecarguemos los discos vertebrales. Eso sí, si vamos a estar con el móvil o la tablet, mejor el respaldo del asiento recto.
Si podemos elegir compañía aérea o asiento, dejémonos guiar por nuestra salud. Escojamos los que más espacio dejen a las piernas ¡en un viaje de muchas horas, nuestro cuerpo nos lo agradecerá!