Los expertos señalan en este sentido que la principal recomendación es establecer una atmósfera de la mayor normalidad posible. No estamos de vacaciones y es necesario y mantener rutinas.
Estas van desde levantarnos a una hora normal, respetar los horarios de las comidas, realizar teletrabajo con normalidad, manteniendo las lógicas pausas en la actividad, irse a dormir a la hora habitual y, por supuesto, buscar un tiempo para la realización de ejercicio, no solo por los beneficios físicos que el mismo aporta, sino por las ventajas que tiene desde el punto de vista psicológico, puesto que mejora el estado de ánimo, previene y reduce el estrés, la ansiedad y la depresión.
La ausencia de un entorno laboral hace que las personas que están teletrabajando, al carecer de sillas adecuadas, espacios con una correcta iluminación para el desarrollo del trabajo o un ordenador de escritorio, hace que puedan desarrollar problemas derivados de posturas incorrectas.
Lo primero y más importante es resaltar que, si habitualmente no tenemos dolor de espalda, no tenemos porqué sufrirlo durante el confinamiento en casa. Los pacientes que sufren este tipo de dolencias con relativa frecuencia, generalmente se conocen bastante bien, y saben evaluar y actuar ante los posibles factores de riesgo que pudieran encontrar en su nuevo entorno laboral doméstico.
Si habitualmente no tenemos dolor de espalda, no tenemos porqué sufrirlo durante el confinamiento en casa. Los pacientes que sufren este tipo de dolencias con relativa frecuencia, generalmente se conocen bastante bien, y saben evaluar y actuar ante los posibles factores de riesgo
En relación al dolor de espalda, la evidencia científica nos dice que el pensamiento negativo nos podría llevar o facilitar su aparición y, por el contrario, si fuera positivo, evitaríamos muchos problemas, incluido el dolor de espalda y cuello.
Los expertos recomiendan una serie de ejercicios de autoestiramiento que nos ayudarán a mantenernos en buen estado:
• Mover el cuello despacio acercando la oreja al hombro
• Girar la cabeza implica también girar el cuello por lo que hacerlo hacia la izquierda y derecha yendo progresivamente cada vez más lejos, aliviará tensiones cervicales
• Ponernos de pie y subir los brazos por encima de la cabeza procurando estirarnos al máximo inspirando (coger aire arriba del todo)
• También se puede incluir la variante de inclinación lateral del tronco. Con los brazos arriba y en máxima inspiración (al coger aire), realizar movimientos de inclinación lateral a ambos lados del cuerpo, también despacio y manteniendo la tensión unos 10-15 segundos, serviría para aliviar tensiones en músculos tan importantes como el dorsal ancho, lo que alivia tensión en los hombros y en la espalda media-baja
• Agacharnos en cuclillas, facilita que se muevan las grandes articulaciones del miembro inferior y también nos sirve para estirar la musculatura de la columna lumbar, cuando estamos abajo del todo. Repetirlo una o dos veces alivia muchas tensiones acumuladas, y facilita la oxigenación de los músculos. Si se puede mantener la postura abajo agachados del todo unos 30 segundos, mejor. Si no pudiéramos agacharnos como se ha descrito, también sirve hacerlo apoyándonos en una silla o mesa para evitar dolores de rodilla y cadera.
En cuanto a la realización de ejercicios los fisioterapeutas recomiendan que acudamos a internet donde podemos encontrar una gran cantidad de material. Siempre realizado por profesionales y adaptándose a las necesidades del espacio y estado físico de cada uno.
En cuanto a los descansos en la jornada laboral, destacan que sería conveniente establecer algún tipo de recordatorio para levantarnos y practicar los estiramientos mencionados. Hecho fundamental porque nuestro cuerpo aguanta demasiado y, si no atendemos a los primeros signos o fatiga, podríamos desarrollar dolencias más serias.