La fisioterapia oncológica, se dirige a mejorar la funcionalidad y calidad de vida del paciente, recuperando y/o minimizando las posibles secuelas de esta enfermedad, desde una perspectiva física, social y emocional.
Estos pacientes presentan un amplio rango de carencias en la que como fisioterapeutas podemos actuar de forma eficaz, nos referimos a necesidades y secuelas consecuencias de la propia enfermedad o de los tratamientos empleados para tratarla.
Nuestra actuación se centrará en mantener una óptima capacidad funcional, previniendo y tratando estas alteraciones fundamentalmente las relacionadas con el sistema locomotor y nociceptivas intentando mejorar la calidad de vida del paciente con independencia del estadio en el que se encuentre la enfermedad, adaptando las intervenciones a las necesidades individuales del paciente y a su estadio.
Las intervenciones más demandadas son para el linfedema, así como el tratamiento de limitaciones de funcionalidad y movilidad secundarias a las cirugías o a los tratamientos de RT
El tratamiento de cicatrices, capsulitis de hombro y secuelas de cirugía, tanto en mastectomías cuadrantectomías, tumorectomías, linfadenectomías y cirugía reconstructiva, constituyen en su conjunto un núcleo de secuelas importante que requieren de nuestra atención. Otro grupo de secuelas muy presentes son: fatiga, dolor miofascial, dolor neuropático por toxicidad y artralgias por terapias hormonales, etc.